Cómo ayudar a alguien con un trastorno alimentario en la universidad
El primer paso es darse cuenta de que no se trata solo de hacer dieta
in EnglishLo que aprenderá
- ¿Qué pueden hacer los padres para ayudar a un hijo en edad universitaria con un trastorno alimentario?
- ¿Cuáles son algunos consejos para hablar de los trastornos alimentarios?
- ¿Qué debe hacer si es necesario tratar un trastorno alimentario?
Lectura rápida
Si le preocupa que su hijo en la universidad pueda tener un trastorno alimenticio, empiece por hablar con él. Manténgase tranquilo y sin juzgar. Evite hablar de su aspecto. Mantenga la conversación centrada en su salud y seguridad. Puede ayudar el uso de enunciados relacionados con lo que usted siente, como “Estoy preocupado” o “Me da miedo”. Las afirmaciones relacionadas a lo que piensa que la gente debe hacer, como “tienes que parar”, pueden hacer que su hijo se sienta culpable o se ponga a la defensiva.
Esté preparado para escuchar. Las personas con trastornos alimentarios pueden negar que tienen un problema, o pueden tener sentimientos complicados sobre querer mejorar. Es importante ayudarlos a sentirse escuchados. Si lo necesita, retome la conversación más adelante. Ayudar a alguien con un trastorno alimentario lleva tiempo.
Estas conversaciones pueden ser intensas y emocionales, y es mejor que se hagan en persona. Si su hijo va a una universidad lejos de casa, considere la posibilidad de ir a visitarlo.
Buscar tratamiento para un trastorno alimentario es el primer paso hacia la recuperación. Cuanto más tiempo viva una persona con un trastorno alimentario, más difícil será librarse de él y más probable será que haya una recaída.
Los campus universitarios están obligados a ofrecer servicios básicos de salud mental. Los servicios de asesoramiento universitario suelen estar incluidos en la facturación de la colegiatura y pueden llegar a ser muy buenos. También pueden ofrecer referencias para una atención más especializada si fuera necesario. Algunas escuelas también pueden contar con grupos de apoyo para estudiantes con trastornos alimentarios u otros programas útiles.
Si su hijo se siente abrumado, puede ayudarlo mediante la búsqueda de opciones de tratamiento para él. Los niños también pueden buscar ayuda en Internet. Pero deben tener cuidado. Hay algunos sitios que tienen un peligroso lado oscuro. Evite todo lo que esté etiquetado como “pro-ana” (pro-anorexia), “pro-mia” (pro-bulimia) o “thinspo”. Estos sitios fomentan los trastornos alimentarios publicando fotos de cuerpos extremadamente delgados o consejos sobre cómo pasar hambre de forma más eficaz.
Para los trastornos alimentarios graves, puede ser necesario un tratamiento en régimen de internado. Dado que los programas pueden ser muy costosos, también hay organizaciones que ofrecen apoyo (consulte el artículo completo a continuación para obtener más información).
El primer paso para ayudar a alguien con un trastorno alimentario es reconocer que se trata de un problema de salud mental y no solo de una tonta dieta. Puede tener consecuencias médicas graves.
Los trastornos alimentarios pueden tener un impacto severo en la salud física, con efectos que van desde caries hasta ataques cardíacos fatales. Las personas que padecen trastornos alimentarios son significativamente más propensas a intentar o a cometer suicidio, y muchas también se involucran en otras conductas de autolesión como cortarse y luchan contra el aislamiento, la depresión y la ansiedad.
“Las personas necesitan comprender la realidad de tener un trastorno alimentario”, recomienda una joven de 24 años que ahora se está recuperando. “Esto no es vanidad. Estaba enferma y mi enfermedad en realidad, honestamente, podría haberme matado, pero la gente seguía pensando que yo podía ignorarla. Pensaban que solo lo estaba haciendo porque quería verme mejor”.
La Dra. Allison Baker, psiquiatra de niños y adolescentes, señala que esta percepción errónea no es infrecuente. “Si pudiéramos olvidar la creencias de que se trata de decisiones voluntarias que se toman de forma racional, en lugar de enfermedades reales que necesitan tratamiento y nuestra comprensión y apoyo, estaríamos en un mejor lugar”.
Hable al respecto
“La mayoría de los jóvenes en edad universitaria quieren hablar con su familia y amigos sobre su salud mental”, dice la Dra. Baker. “No tema empeorar una situación o causar algo al mencionarlo. Evitar e ignorar generalmente llevan a que las cosas empeoren, no a que mejoren”.
Dicho esto, puede ser difícil iniciar un diálogo sobre un tema tan serio. Trate de mantener la calma y no juzgar. En lugar de enfocarse en la apariencia, limítese a enfatizar por qué le preocupan sus comportamientos poco saludables y el efecto dañino que están teniendo en su bienestar. La National Eating Disorders Association o NEDA, por sus siglas en inglés recomienda usar declaraciones en primera persona, como “me preocupa” o “me da miedo” en lugar de declaraciones en segunda persona, como “debes parar”, que pueden hacer que las personas se sientan culpables o se pongan a la defensiva.
Además, esté preparado para escuchar. Las personas con trastornos alimentarios a menudo niegan que tienen un problema o tienen sentimientos encontrados sobre cómo mejorar. Es importante tener en cuenta sus sentimientos y hacerlos sentir escuchados. Si es necesario, retome la conversación más tarde. Para que usted pueda ser de ayuda, deberá ser comprensivo e insistente.
Estas conversaciones pueden ser intensas y emocionales, y es mejor hacerlas en persona. Si su hijo va a ir a una universidad fuera de casa, vale la pena hacer el viaje para visitarlo con la frecuencia que sea necesaria.
No espere
Buscar tratamiento para un trastorno alimentario es el primer paso hacia la recuperación. Cuanto antes se inicie el tratamiento, mejor, pues mientras más tiempo se vive con un trastorno alimentario, más difícil es moverse de lugar, y es más probable tener una recaída.
Ayuda en el campus
Los campus universitarios están obligados por ley a proporcionar servicios básicos de salud mental. Los servicios de orientación universitaria generalmente se incluyen en el pago de la colegiatura, y pueden ser muy buenos. También pueden proporcionar referencias para atención más especializada en caso necesario. Algunas escuelas también pueden tener grupos de apoyo activos para personas con trastornos alimentarios dirigidos por estudiantes u otros programas útiles.
Si su hija o hijo (los hombres también desarrollan trastornos alimentarios) se sienten abrumados con todo lo que necesitan hacer para iniciar su recuperación, usted puede ayudarlo investigando las opciones de tratamiento que hay disponibles en su universidad. Algunas escuelas pueden incluso permitir que usted programe una cita por él, aunque no debe esperar recibir ninguna información médica debido a las regulaciones de privacidad.
Asistencia por Internet
Hay algunas comunidades en línea excelentes para personas con trastornos alimentarios. Encontrar un lugar donde recibir apoyo o participar en reuniones presenciales puede ser una buena forma de impulsar la recuperación. NEDA tiene foros que ofrecen una gran ventana al mundo de los grupos de apoyo para trastornos alimentarios.
Como cualquier cosa buena en Internet, también hay sitios relacionados a los trastornos alimentarios que tienen un lado oscuro y peligroso. Evite todo lo etiquetado como “pro-ana” (proanorexia), “pro-mia” (probulimia) o “thinspo”. Lejos de brindar asistencia, estos sitios de “thinspiration” (inspiración para la delgadez) promueven los trastornos alimentarios al publicar cosas como imágenes de cuerpos extremadamente delgados o consejos sobre cómo pasar hambre de manera más efectiva.
El sitio de NEDA ofrece una variedad de servicios y apoyos que incluyen una guía completa sobre qué universidades ofrecen qué servicios, así como enlaces a grupos de apoyo en todo el país y una línea de ayuda.
Ayuda financiera
Para los trastornos alimentarios más graves a veces es necesario un tratamiento más completo o que incluya internamiento. Dado que los programas de internamiento pueden ser muy costosos, también hay organizaciones que ofrecen apoyo. Fundada por dos mujeres en recuperación, la organización Project Heal (página en inglés) ofrece becas de tratamiento caso por caso. También ofrecen una gran comunidad en línea que está abierta a cualquier persona que busque apoyo y asesoramiento. El sitio de NEDA también ofrece recursos para el tratamiento, foros y consejos sobre cómo acceder a opciones de tratamiento asequibles.