Redes sociales y baja autoestima
Cómo pueden los padres ayudar a que los niños resistan la presión ejercida por las publicaciones estratégicamente editadas de las redes sociales.
Expertos clínicos: Jill Emanuele, PhD , Gabriela Fiszbein, LCSW
in EnglishLo que aprenderá
- ¿Cómo afectan las redes sociales a los adolescentes?
- ¿Qué pueden hacer los padres para ayudar?
Lectura rápida
Las redes sociales pueden ser divertidas, emocionantes e incluso útiles. Pero para algunos adolescentes, todas esas fotos de vacaciones increíbles, cuerpos perfectos y vidas maravillosas pueden potenciar las dudas sobre sí mismos. ¿Cómo pueden los padres ayudar a los adolescentes a tener una relación más saludable con las redes sociales?
Evitar que los adolescentes caigan en la trampa de las redes sociales es más difícil de lo que parece. Los padres pueden empezar por tomar este tema en serio. Las redes sociales desempeñan un papel importante en la vida de los adolescentes. Muchos adolescentes no han conocido nunca un mundo en el que no existieran las redes sociales. Para ellos, las cosas que ocurren en línea (peleas, rupturas amorosas, “me gusta”, comentarios malintencionados) son muy reales. Cuando hable sobre esto con su hijo adolescente, hágale saber que se toma en serio sus sentimientos. Por ejemplo, usted podría decir: “Ese comentario fue bastante cruel. Lamento que haya ocurrido. ¿Cómo te sientes al respecto?”.
Anime a los adolescentes a que tomen con reserva lo que ven en las redes sociales. Hacerles preguntas puede ayudar. Por ejemplo, ¿sus amigos son realmente así como que se muestran en línea? ¿Y su hijo es así como se muestra en línea? ¿Por qué se siente bien recibir “me gusta”? ¿Después de revisar las redes sociales se siente mejor o peor? Pregúntele de manera periódica, y si nota que su hijo está desanimado, pregúntele si lo que ve en las redes sociales lo está ayudando o perjudicando.
Si le preocupa que las redes sociales puedan estar afectando a su hijo, la “desconexión” familiar puede ayudar. Eso significa que todos (sí, también los padres) se ponen de acuerdo para no utilizar las redes sociales durante unos días. Puede ser útil establecer un objetivo de su desintoxicación. Por ejemplo, aprender a tejer o ver una serie en familia. Hablen regularmente y observen cómo se sienten sin las redes sociales. Si los niños dicen sentirse mejor, usted podría convertir la desconexión en algo habitual.
Al final, recuerde a su hijo adolescente que su objetivo es ayudarlo a sentirse feliz y seguro. Entender cómo los afecta aquello que eligen hacer, en línea y fuera de ella, será de ayuda.
“Mira”, dice Sasha, una estudiante de high school de 16 años, mientras revisa lentamente su cuenta de Instagram. “Ve esto: lindo café, linda niña, lindo gato, viaje a la playa. Todo es así. Todo el mundo parece estar teniendo el mejor día de su vida, todo el tiempo”.
Las revistas y la publicidad han sido criticadas durante mucho tiempo por mantener estándares de éxito y de belleza peligrosamente irreales, pero al menos se reconoce que están idealizados. Las modelos que usan ropa talla cero son solo eso: modelos. Y además, están maquilladas, arregladas, y sus imágenes son retocadas y editadas digitalmente con Photoshop.
Pero en estos días, los estándares imposibles están mucho más cerca de casa, y no los establecen celebridades y modelos, sino compañeros de clase y amigos. Con las redes sociales, los adolescentes pueden editar sus vidas, y sus publicaciones se pueden ver como las imágenes más destacadas de una película, en las que se muestran solo los mejores y más envidiables momentos, mientras que los esfuerzos, las dificultades y los aspectos meramente ordinarios de la vida cotidiana son ocultados. Y hay evidencia de que esas imágenes están causando angustia a muchos niños.
La doctora en educación, Donna Wick, fundadora de Mind-to-Mind Parenting, dice que para los adolescentes el peso combinado de la vulnerabilidad, la necesidad de validación y el deseo de compararse con sus amigos, forma lo que ella describe como una “tormenta perfecta de baja autoestima”. “Ella es tan delgada. Sus calificaciones son perfectas. Qué pareja tan feliz. Nunca seré tan genial, tan flaca, tan afortunada, tan exitosa”.
A veces, dice Sasha, mirar los mensajes de los amigos “te hace sentir como si todos lo tuvieran todo bajo control, menos tú”.
Luchar por mantenerse a flote
Las consecuencias negativas de estos estándares poco realistas se vuelven más peligrosas una vez que los niños llegan a la universidad, donde enfrentan mayores riesgos, trabajo más duro y un entorno libre de padres la mayor parte del tiempo. La presión de verse perfectos para impresionar a los nuevos compañeros, así como a sus amigos y familiares cuando regresen al hogar, puede ser aún mayor.
Después de una reciente avalancha de suicidios universitarios, investigadores de la Universidad de Stanford acuñaron la frase “síndrome del pato”. El término se refiere a la forma en que un pato parece deslizarse sin esfuerzo a través de un estanque, mientras debajo de la superficie sus pies trabajan frenéticamente, luchando invisiblemente por mantenerse a flote.
Varios estudiantes que murieron habían proyectado una imagen perfecta en las redes sociales: sus publicaciones contenían citas inspiradoras e imágenes con filtros que mostraban a niños atractivos y felices que parecían sobresalir con un mínimo esfuerzo. Pero detrás de la cortina digital estaban luchando con sus emociones.
Ocultar la imperfección
Para los niños que experimentan ansiedad o depresión, los muros de las redes sociales que están editados de manera cuidadosa pueden actuar como cortinas de humo, ocultando problemas serios detrás de la pretendida perfección y dificultando que los padres o amigos se den cuenta de que necesitan ayuda.
“Es importante recordar que publicar imágenes editadas en línea o fingir que su vida es un poco más glamorosa de lo que es, no es en sí un problema”, dice Jill Emanuele, PhD, psicóloga clínica del Child Mind Institute. “Es poco probable que las redes sociales por sí solas sean el centro del problema, pero pueden hacer que una situación difícil empeore”.
Los adolescentes que han creado personajes idealizados en Internet pueden sentirse frustrados y deprimidos por la brecha entre quienes pretenden ser en línea y quiénes son realmente.
“Si finges ser alguien que no eres ocho horas al día, es más difícil aceptar al ser humano, menos que perfecto, que realmente eres”, dice la Dra. Wick. “Y, como bien sabemos, no hay un juez más severo que un niño consigo mismo”.
La perfección de los demás
Otro problema más frecuente, dice la Dra. Emanuele, es que para algunos adolescentes las redes sociales pueden convertirse en combustible para los sentimientos negativos que tienen sobre sí mismos. Los niños que batallan con una baja autoestima leen en las publicaciones de sus amigos lo que sienten que les hace falta a ellos.
“Los niños ven las redes sociales a través del lente de sus propias vidas”, dice la Dra. Emanuele. “Si están luchando para estar al día con las cosas o tienen baja autoestima, es más probable que interpreten las imágenes de sus compañeros divirtiéndose como una confirmación de que a ellos les está yendo mal, en comparación con sus amigos”.
Difícil de resistir
Sasha y su amigo Jacob, de 15 años, están de acuerdo en que la exposición constante a las redes sociales ha tenido un impacto en cómo ven a sus compañeros y a ellos mismos. “Es como si supieras que no te están haciendo feliz”, dice Jacob sobre las fotos que sus amigos publican en Instagram. “Pero aun así las miras”.
Aunque sabes que estas imágenes ocultan serios problemas, esto no parece aliviar la presión que ejercen.
“Conocí una joven que tenía un trastorno alimentario. Todos lo sabíamos. Se puso tan mal que terminó yendo a un centro de tratamiento, pero cuando puso fotos de sí misma en la playa luciendo súper delgada, todos le dieron “me gusta” de todos modos”, dice Sasha.
“Lógicamente —dice— sabía que las imágenes no eran actuales y que la niña estaba muy enferma, pero eso no impidió que sintiera una punzada de celos. Recuerdo que pensé ‘desearía lucir así’ y luego sentí horror de mí misma”.
Sasha también reconoce el problema de darle “me gusta” a las imágenes que en este caso proporcionaron una validación peligrosa. “Es como si estuviéramos diciendo: ¡Bien hecho!”.
¿Qué pueden hacer los padres para ayudar a los niños a desarrollar una relación segura y razonable con las redes sociales antes de que sean independientes?
La Dra. Wick dice que evitar que los adolescentes caigan en la trampa de las redes sociales es más complicado de lo que parece. “No se trata de quitar el teléfono o de tener una sola conversación”. Dice ella: “Los padres deben hacer un esfuerzo para asegurarse de que los niños reciban una dosis de realidad, y necesitan modelar comportamientos saludables”.
- Tómese las redes sociales en serio. No subestime el papel que juegan las redes sociales en la vida de los adolescentes, advierte la Dra. Wick. “El poder de una imagen visual es tan fuerte, que es desorientador”. Muchos adolescentes, dice, nunca conocieron un mundo en el que las redes sociales no existían, y para ellos las cosas que suceden en línea (peleas, rupturas amorosas, “me gusta” o comentarios negativos) son muy reales. Cuando hable de las redes sociales, asegúrese de estar escuchando realmente y tenga cuidado de no descartar o minimizar las experiencias de su hijo adolescente.
- Anímelos a pensar fuera de la caja. Cuando hable con su hijo sobre las redes sociales, anímelo a explorar el tema de una manera más crítica. Una buena forma de comenzar es preguntarle qué cree que ha sido recortado o editado de las imágenes “perfectas” de sus amigos y por qué. Eso puede llevar a preguntas más amplias. ¿Crees que tus amigos son realmente las personas que aparentar ser en línea? ¿Lo eres tú? ¿Cuál es el propósito de publicar una foto? ¿Por qué se siente bien obtener un “me gusta”? ¿Mirar las redes sociales afecta tu estado de ánimo?
- Modele una respuesta saludable al fracaso. “Los niños tienen que entender el mensaje de que está bien fallar”, dice la Dra. Wick. “Y no solo que está bien fallar, sino que también está bien mostrarlo”. Si los padres ocultan sus propios errores, es menos probable que los niños se sientan bien con algo menos que el éxito. “Cuando las cosas no salen como usted lo planeó, o cuando un proyecto sale mal, muéstrele a su hijo cómo aceptarlo con elegancia”, agrega. “Hágales saber a los niños que el fracaso es parte de cómo aprendemos a tener éxito, que no hay nada de qué avergonzarse, y permítales que lo vean levantarse e intentarlo de nuevo”.
- Elogie (y muestre) el esfuerzo. “El esfuerzo es algo de lo que debemos estar orgullosos”, dice la Dra. Wick. “No nos cansamos de repetir esto”. Los padres deben dejarles saber a los niños que mostrar su trabajo es algo digno de elogiar, no de ocultar. Cuando su hijo haya trabajado arduamente en algo, elogie sus esfuerzos sin importar el resultado. También es útil examinar cuán cómodo se siente usted mostrando sus propios esfuerzos, especialmente aquellos que no tienen éxito. Estar orgulloso y abierto acerca de su propio trabajo es un poderoso ejemplo para su hijo.
- Tome unas “vacaciones de las redes sociales”. Si le preocupa que su hijo está demasiado absorto en las redes sociales, intente tomarse unas vacaciones sociales. “Esto significa todos”, dice la Dra. Wick. “Si le está pidiendo a su hijo que tome un descanso, practique lo que predica y comprométase a mantenerse alejado de los medios también. Puede ser tan difícil para los padres desconectarse como para los niños”.
- Confíe en las personas, no en las imágenes. Finalmente, no confíe en las redes sociales para saber cómo le va realmente a su hijo. Puede que publique fotografías sonrientes todo el día, pero si parece infeliz o suena infeliz en el teléfono, no lo deje pasar. Asegúrese de que su hijo sepa que es seguro hablar con usted, al animarlo a compartir sus sentimientos y brindarle apoyo cuando esto ocurra. Déjele claro que no está decepcionado y que, por el contrario, está orgulloso de él por haberlo hecho. “Estoy tan feliz de que hayas llamado. Parece que te sientes realmente abrumado, estoy aquí y te amo. Hablemos de esto juntos”.
Al final, como padre, usted quiere que su hijo sea feliz y exitoso. Pero asegurarse de que él o ella saben que usted los quiere y que está orgulloso de ellos tal como son (sin filtros, sin editar, imperfectos) los ayudará a desarrollar la confianza que necesitan para aceptarse a sí mismos y mantenerse a salvo y saludables por sí solos.