Una de las mejores formas de lidiar con la ansiedad en niños es ayudarlos a enfrentar sus preocupaciones, en lugar de evitar las cosas que las causan. Los padres también pueden hablar con sus hijos sobre la causa de su ansiedad y ayudarlos a hacer planes para lidiar con ella cuando se presente (como respirar profundo).
Qué hacer (y no hacer) cuando los niños están ansiosos
Cómo respetar los sentimientos sin alentar los miedos.
Experto clínico: Clark Goldstein, PhD
in EnglishLo que aprenderá
- ¿Cuál es la mejor manera en que los padres pueden responder ante un niño ansioso?
- ¿Cómo pueden aprender los niños a tolerar la ansiedad?
- ¿Cómo pueden los padres ayudar a los niños a tranquilizarse en situaciones de estrés?
Lectura rápida
Cuando los niños están ansiosos, es natural querer ayudarlos a sentirse mejor. Sin embargo, al intentar proteger a los niños de las cosas que los alteran, usted podría empeorar su ansiedad sin querer. La mejor manera de ayudar a los niños a superar la ansiedad es enseñarles a lidiar con ella a medida que se presenta. Con la práctica, se sentirán menos ansiosos.
Cuando un niño se altera en una situación incómoda y sus padres lo alejan de la situación, aprende que alterarse es una buena manera de enfrentar la situación. En su lugar, ayuda que los padres les hagan saber a los niños que van a estar bien, incluso si sienten miedo. Usted no puede prometer a su hijo que nada malo le pasará. Pero sí puede expresar su confianza en que su hijo podrá enfrentarse a sus miedos y sentirse menos asustado con el tiempo.
Usted le puede mostrar empatía a su hijo sin estar de acuerdo con sus miedos. Por ejemplo, podría decir: “Sé que te da miedo de que te pongan esta vacuna. Es normal sentir miedo. Puedes superarlo, yo te ayudaré”. Suele ser útil evitar las preguntas dirigidas (“¿te preocupa el examen de mañana?”). En su lugar, haga preguntas abiertas (“¿cómo te sientes sobre el examen de mañana?”). Con su tono de voz y lenguaje corporal, usted le puede demostrar a su hijo que usted está tranquilo, lo que puede ayudarlo a mantener la calma también.
Además, los padres pueden ayudar a que los niños se distraigan antes de algo que pudiera alterarlos, como una cita con el médico. A veces ayuda hablar con su hijo sobre lo que podría ocurrir si sus temores se hicieran realidad. ¿Qué harían? ¿A quién le pedirían ayuda? Tener un plan puede calmar la ansiedad.
Por último, los padres pueden modelar formas saludables de manejar la ansiedad. Los padres también se sienten ansiosos, ¡y eso está bien! El objetivo es mostrarle a su hijo que la ansiedad es normal y que no tiene por qué ser un gran problema.
Cuando los niños tienen ansiedad crónica, incluso los padres mejor intencionados pueden caer en un ciclo negativo, en el que por tratar de evitar que su hijo sufra, podrían en realidad empeorar su ansiedad. Esto sucede cuando los padres tratan de proteger a los niños de sus temores. Estos son algunos consejos para ayudar a los niños a escapar del ciclo de la ansiedad.
1. El objetivo no es eliminar la ansiedad, sino ayudar al niño a manejarla
Ninguno de nosotros quiere ver infeliz a un niño, pero la mejor manera de ayudar a los niños a superar la ansiedad es no tratar de eliminar los factores estresantes que la desencadenan, sino ayudarlos a aprender a tolerar su ansiedad y funcionar lo mejor que puedan, aún cuando se sientan ansiosos. Y como resultado de esto, la ansiedad disminuirá con el tiempo.
2. No evite cosas solamente porque le causan ansiedad a un niño
Ayudar a los niños a evitar las cosas que temen hará que se sientan mejor a corto plazo, pero a largo plazo refuerza su ansiedad. Supongamos que un niño se altera en una situación que le incomoda y comienza a llorar (no porque quiera manipular, sino porque realmente se siente así). Si sus padres lo sacan de allí o retiran lo que le causa miedo, el niño aprende ese mecanismo para enfrentar la situación y, por lo tanto, el ciclo tiene el potencial de volverse a repetir.
3. Exprese expectativas positivas pero realistas
No se puede prometer a un niño algo irreal. Por ejemplo, que no reprobará un examen determinado, que se divertirá patinando en hielo o que otro niño no se reirá de él cuando le toque hacer una presentación ante la clase. Pero usted le puede expresar su confianza de que estará bien y que podrá manejar la situación. Además, le puede hacer saber que a medida que enfrente ese tipo de temores, su nivel de ansiedad irá desapareciendo. Esto lo hará confiar en que sus expectativas son realistas, y que usted no le pedirá que haga algo que él no pueda manejar.
4. Respete sus sentimientos, pero no los fortalezca
Es importante entender que la aceptación no siempre significa estar de acuerdo. Así que, si un niño está aterrorizado por ir al doctor porque le pondrán una inyección, usted no querrá minimizar sus miedos, pero tampoco querrá amplificarlos. Usted quiere escuchar y ser empático, ayudarlo a entender por qué está ansioso y alentarlo a sentir que él puede afrontar sus miedos. El mensaje que usted quiere enviar es: “Yo sé que esto te asusta, y está bien. Pero yo estoy aquí y te voy a ayudar a superarlo”.
5. No haga preguntas dirigidas
Aliente a su hijo a hablar sobre sus sentimientos, pero trate de no hacerle preguntas dirigidas como: “¿Estás ansioso por el examen final? ¿Te preocupa la feria de ciencias?”. Para evitar alimentar el ciclo de ansiedad, solamente haga preguntas abiertas: “¿Cómo te sientes por la feria de ciencias?”.
6. No refuerce los temores del niño
Usted no quiere transmitir a su hijo (a través de su tono de voz o con su lenguaje corporal) la idea de que “tal vez esto es algo a lo que deberías temer”. Digamos que su hijo tuvo una experiencia negativa con un perro. La próxima vez que esté cerca de uno, usted podría sentir ansiedad por lo que sucederá, y podría llegar a transmitir un mensaje que sin querer lo haga sentir que, de hecho, sí debería preocuparse.
7. Aliente a su hijo a tolerar su ansiedad
Dígale a su hijo que usted aprecia el esfuerzo que hace por tolerar la ansiedad, para así poder hacer lo que quiere o necesita hacer. Esto es alentarlo realmente a participar de la vida y dejar que la ansiedad fluya de manera natural. A esto le llamamos la “curva de habituación”: disminuirá con el tiempo, a medida que siga teniendo contacto con el factor estresante. Puede que la ansiedad no se reduzca hasta cero, o que no disminuya tan rápido como a usted le gustaría, pero es así como se superan nuestros miedos.
8. Trate de que el periodo de anticipación sea corto
Cuando algo nos da miedo, el tiempo más difícil es realmente antes de hacer aquello que tememos. Así que otra regla de oro para los padres es tratar de eliminar o reducir realmente ese periodo de anticipación. Si el niño está nervioso porque tiene que ir a una cita médica, será preferible no comenzar una discusión sobre eso dos horas antes de ir: esto probablemente hará que su hijo se sienta más nervioso. Solamente intente acortar ese periodo al mínimo.
9. Piense las cosas detenidamente con el niño
Algunas veces ayuda hablar detenidamente sobre lo que pasaría si lo que el niño teme se volviera realidad. ¿Cómo lo manejaría? Un niño que se pone ansioso por separarse de sus padres podría preocuparse por lo que pudiera suceder si no llegaran a recogerlo. Así que hay que hablar de eso: “Si tu mamá no llegara por ti a la escuela, ¿qué harías? Le diría a mi entrenador que mi mamá no está. ¿Y qué crees que haría el entrenador? Llamaría a mi mamá o se quedaría esperando conmigo”. Si un niño tiene miedo de que sus padres pudieran enviar a un extraño a recogerlo, podría acordar una palabra clave con sus padres para asegurarse de que ellos efectivamente lo enviaron. Para algunos niños tener un plan reduce la incertidumbre de manera saludable y eficaz.
10. Intente modelar formas sanas de manejar la ansiedad
Hay múltiples maneras en que usted puede ayudar a los niños a manejar la ansiedad, al permitirles ver cómo enfrenta la ansiedad usted mismo. Los niños son perceptivos y se darán cuenta si usted sigue quejándose en el teléfono con un amigo porque no puede manejar el estrés o la ansiedad: mejor deje que los niños lo escuchen manejar la situación con calma, tolerarla y sentirse bien de sobreponerse a ella.
Preguntas frecuentes
Es útil que los padres hagan saber a los niños con ansiedad que van a estar bien, incluso si sienten temor. Usted no les puede prometer que nada malo sucederá, pero sí puede expresar su confianza en que serán capaces de enfrentar sus miedos y, con el tiempo, sentirse menos ansiosos.