Ansiedad por el regreso a clases (y al trabajo)
Puede que los niños se sientan estresados por los grandes cambios que se avecinan en otoño.
in EnglishLos niños que regresan a clases este otoño, del mismo modo que muchos de sus padres vuelven a la oficina, se enfrentarán a retos inusuales. Uno de ellos es la ansiedad por separarse de sus familias después de largos meses de convivencia juntos. En algunos niños esto desencadenará ansiedad por separación. Y otros podrían seguir preocupados por los casi inexistentes riesgos de la pandemia del coronavirus.
En algunos casos, los niños pueden resistirse a volver a clases porque estar en casa es mucho más fácil para ellos que ir a la escuela: niños con mucha ansiedad social, o que experimentaron acoso, o niños con trastornos del aprendizaje para quienes fue más fácil estar en casa, donde podían hacer las cosas a su propio ritmo.
Hemos creado una lista breve de consejos para que las familias puedan ayudar a los niños a asumir las nuevas rutinas y aprendan a lidiar con la ansiedad que tal vez pueda ser más intensa y frecuente este otoño. Usted puede encontrar una lista de recursos bastante amplia que desarrollamos en el otoño de 2020 en este enlace.
1. Valide sus sentimientos
Es preocupante cuando los niños están apegados o se sienten temerosos de separarse de usted, pero es importante que los padres mantengan la calma y sean positivos. Si un niño está teniendo problemas o le dice que lo extraña, no pasa nada. Hay que decir: “Yo también te extraño y estoy muy orgulloso de que vayas a la escuela”.
2. Establezca el tono
Si usted da el ejemplo al mostrar su propia ansiedad, solo alimentará la ansiedad. Intente no hacer preguntas dirigidas (“¿estás nervioso por el regreso a clases?”), que pueden indicar a su hijo que realmente hay algo de qué preocuparse. Si los niños tienen preguntas que usted no puede responder, puede decir: “Esa es una muy buena pregunta. No estoy seguro, pero puedo averiguar la respuesta”.
3. Ayúdelos a pensar positivamente
Una manera de ayudar a los niños a centrarse en cosas positivas es intentar que hablen de las cosas buenas de la escuela. ¿Qué les da ilusión? ¿Qué es lo que más les ha gustado en el pasado? Para los niños más pequeños con problemas de separación, los objetos de transición pueden ayudarlos a sentirse cómodos. Un objeto para la transición puede ser cualquier cosa que ayude a su hijo a sentirse conectado con usted cuando no estén juntos: un botón, un pañuelo, una piedra que hayan encontrado juntos.
4. Haga hincapié en las medidas de seguridad
No podemos prometer a nuestros hijos que no nos vamos a enfermar, pero podemos expresar nuestra confianza en los esfuerzos del sistema de salud pública, como la vacunación, y la planificación de las escuelas dirigida a minimizar el riesgo y mantener a todos a salvo. Los niños mayores pueden entender el concepto de riesgo aceptable: que a veces tenemos que correr pequeños riesgos para hacer cosas importantes.
5. Practique la separación
Para los niños que se sienten ansiosos por estar separados, nuestros expertos sugieren practicar la separación, comenzando con pequeñas cosas y creando tolerancia para una independencia cada vez mayor. Esto puede ser tan sencillo como que los niños jueguen solos en su habitación o se queden con otro cuidador mientras mamá o papá salen. Estos pasos construyen las bases para la gran separación.
6. Tenga una rutina
Asegurarse de que su hijo tenga una rutina predecible antes de ir a la escuela puede ayudar a los niños a sentirse más seguros, particularmente a los más pequeños. Y si la rutina y la práctica de la separación siguen sin evitar que el niño se aferre a usted al momento de dejarlo en la escuela, es útil haber acordado previamente un plan con el maestro para que usted sepa cuándo es el momento de que usted se vaya. Por ejemplo, si el maestro se acerca a su hijo y el niño muestra aunque sea un poco de interés esa es la señal para que usted se pueda ir. Muchos niños se sienten mejor apenas entran a la dinámica regular de la jornada escolar, por lo que alargar las despedidas suele no ayudar.
7. Fomente la flexibilidad
No sabemos qué tan “normales” serán las escuelas de la mayoría de los niños en otoño, y los planes podrían cambiar a último momento. Eso incluye la posibilidad de que los niños que empiezan las clases en persona tengan que volver a aprender a distancia, al menos durante algunos periodos de tiempo. Por eso es útil que los niños sepan que usted está preparado para los cambios que puedan producirse. Dígale a su hijo que toda la familia va a tener que ser flexible.
8. ¿Cuándo debe pedir ayuda?
Los niños que tienen problemas para separarse suelen necesitar tiempo y apoyo de sus padres y maestros para adaptarse. Pero si su hijo tiene crisis graves después de dos o tres semanas después del inicio de clases, y no logra recuperarse ni permanecer en la escuela después de más de tres o cuatro semanas, buscar ayuda puede hacer una gran diferencia. Del mismo modo, si las demás preocupaciones de su hijo relacionadas con la escuela le ocasionan dolores de cabeza y de estómago regulares, visitas continuas a la enfermera de la escuela o se niega a ir a la escuela, es posible que necesite la ayuda de un profesional de la salud mental para afrontar los miedos de manera saludable.